Adoración de Jesús por los Magos
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Reyes Magos
Cuando Jesús tenía trece días llegaron hasta él unos magos guiados por una estrella. De epi (sobre) y de phanos (aparición) ha resultado Epifanía, nombre dado a este misterio, para significar con él que una nueva estrella apareció en lo alto del cielo y que a través de ella Jesucristo se manifestó como verdadero Dios a los magos.
Poco después del nacimiento del Señor llegaron a Jerusalén tres magos, llamados en hebreo Apelio, Amerio y Damasco... y en lengua latina Gaspar, Balthasar y Melchor (Gaspar, Baltasar y Melchor). La palabra mago significa tres cosas diferentes: ilusionista, hechicero maléfico y sabio... Otros, finalmente, suponen que eran tres sabios, llamados magos, no porque practicaran la hechicería ni el ilusionismo, sino porque en su tierra de origen la palabra mago se usaba para designar a las personas de ciencia, y equivalía a la voz escriba de los hebreos, a la de filósofo de los griegos y a la de sabio de los latinos... Estos tres hombres eran, pues, tres reyes muy sabios, y llegaron a Jerusalén, no solos, sino en compañía de sus escoltas o séquitos.
La Leyenda Dorada. La Epifanía del Señor
Los Magos hicieron su viaje en dromedarios, como se infiere de un texto profético de Jeremías.
Estrella de Oriente
“Después de oír al rey (Herodes) se fueron, y la estrella que habían visto en Oriente les precedía, hasta que llegada encima del lugar en que estaba el niño, se detuvo”.
Cristófano.
Creen que se trató de una verdadera estrella ocasionalmente creada por Dios para este menester, que era el de guiar a los Magos. Esta estrella, cumplida su misión, tornó a su anterior inanidad.
He aquí, en síntesis, las maravillas que acaecieron en aquel fecundo viaje de los Magos: Vinieron de su país guiados por una estrella; a través de los hombres, y sobre todo por el conocimiento que adquirieron de los vaticinios de los profetas, se enteraron de muchas cosas, regresaron a su lugar de origen conducidos por un ángel; finalmente, enriquecidos con la fe en Jesucristo, descansaron en la paz del señor.
El Cortejo de los Magos
En el belén los reyes magos suelen estar dispuestos habitualmente de dos maneras. En el momento de la adoración en torno a la natividad, con un claro sentido oferente portando en sus manos oro, incienso y mirra.
En los belenes populares, en cambio, es más común disponerlos en algún momento del recorrido en busca de la cueva. Con esta disposición la escena se inscribe mejor dentro del sentido secuencial de los misterios. De esta forma se dispone en el belén de Barruelo, donde acompañados por los pajes y montados en camellos, los reyes se dirigen al encuentro de Herodes para luego llegar a su destino junto a la cueva del Redentor.
(Colaboración de F. Cuevas y C. Alonso)
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