Web
 

Casa Lorea

La Casa de Mariana

La Posada del Santuario

luisfer1.com

Aquí tu publicidad


Diputación de Palencia

Palencia Turismo

TURISMOBARRUELO.COM

Cuenca Minera
Efemérides 2008
 
<<   <hoy>  >>
LuMaMiJuViDo
123
4567808-03-2024

- Barruelo de Santullán conmemora el ocho de marzo

909-03-2024

- X Jornadas de la Olla Ferroviaria

10
1112131415161717-03-2024

- Próxima actividad de la Escalerilla: Cañones del Ebro

1819202122232424-03-2024

- Próxima actividad de la Escalerilla: Tudanca de Ebro - Cidad de Ebro - Tudanca de Ebro

25262728293031

Hace 170 años: descubrimiento del carbón en la cuenca del Rubagón. Así lo refiere Becerro de Bengoa (Una escuela práctica de minería, 1881, recogido también por Román Oriol, La industria minera en la provincia de Palencia, 1888): “Una tarde del año 1838 volvía de Aguilar de Campóo a Salcedillo, avanzando por el áspero sendero de la subida del monte, el joven cura párroco de este último pueblo, D. Ciriaco del Río, que pocos días antes había leído en el periódico de Madrid, El Castellano, un artículo descriptivo sobre el carbón de piedra y su explotación. Al llegar al término que hoy llaman Casa Blanca, ente los pueblos de Orbó y Barruelo, acertó a distinguir, rodados por el suelo, unos trozos de piedra negra y lustrosa, que se apresuró a recoger y guardar con especial cuidado, en la idea de que pudieran parecerse a aquellas de que con tanto elogio se ocupaba el diario madrileño. Hizo arder parte de ellas en su agreste y elevado rincón de Salcedillo; ocupóse de su descubrimiento con algunas personas entendidas de la comarca; volvió a reconocer el sitio, donde halló mayores y seguros vestigios de la existencia del mineral, y se decidió a acudir a Reinosa, a la casa de los Sres. Collantes, que ya desde hacía bastantes años explotaban con excelentes resultados su mina de carbón lignito de Las Rozas. Formóse allí la primera sociedad explotadora, y pocos años después, empezaron los trabajos en la cuenca del Rubagón. Así se lo he oído referir al descubridor mismo, que, veterano ya, pero animoso, continuaba al frente de su curato todavía”.

Hace 130 años: el 17 de enero fallecía Rafael Gracia Cantalapiedra, uno de los más importantes ingenieros de las minas de Barruelo y Vallejo. Con motivo de su muerte, el director de la Revista Minera, Eugenio Maffei, escribía lo siguiente:
“Nació en Madrid en 1828, donde hizo los estudios preliminares, ingresando en 1845 en la Escuela de minas, donde terminó su carrera de Ingeniero en 1850. Dedicóse a la dirección de minas, prestando a esta industria importantes servicios, principalmente a la explotación de carbón de piedra. Después de dirigir unas minas de cobre en la provincia de Cuenca, donde hizo un detenido estudio de las salinas de Minglanilla, estuvo desempeñando durante algún tiempo el cargo de ayudante de inspección de minas de Burgos. En 1854, D. Antonio Collantes y Bustamante, que había formado una empresa para la explotación de las minas de hulla de Barruelo de Santullán, en la provincia de Palencia, le nombró director de la explotación y allí dio a conocer sus distinguidas dotes organizando los trabajos y todas las dependencias del establecimiento, cabiéndole la gloria de haber sido el primero en España que fundó una Caja de Socorros para los obreros de las minas, y estimulando así a otras sociedades mineras a seguir tan laudable ejemplo. Cedidas las minas de Barruelo a la Sociedad del Crédito Mobiliario Español, continuó el señor Gracia desempeñando las importantes funciones de Director, hasta que tomó a su cargo la dirección del grupo inmediato de pertenencias de la Sociedad Esperanza de Reinosa, en Orbó, adquiridas por el Sr. D. José García de los Ríos y Arche. Tocóle también organizar esta importante explotación desde su principio, y lo hizo con el acierto que se refleja hoy en aquel ordenado y bien dirigido establecimiento, donde lo mismo en el interior que en la superficie, se reconoce la mano creadora e inteligente que supo desarrollarle con tanto acierto, lo mismo bajo el punto de vista técnico que del económico. La buena clasificación de los carbones y su limpieza, el excelente cok y los aglomerados que allí se fabrican son la mejor prueba de cuanto decimos. En punto a aglomerados, dedicóse nuestro desgraciado amigo al estudio de este asunto en una época en que no podía tomar ejemplos en nuestro país, de una industria que aún no había tomado carta de naturaleza y se trasladó al extranjero a elegir la mejor máquina que resolviese la importante cuestión del aprovechamiento de los menudos, importando la que hoy funciona y que es la primera que se ha establecido. Entrando por fin en participación de los negocios de la empresa Esperanza y con el carácter de Director Gerente, su actividad tuvo campo más extenso en que desarrollarse y sin perder de vista la parte facultativa, preparando nuevos campos de labor, instalado máquinas de vapor de extracción y atendiendo a todos los detalles del laboreo, abarcó la organización completa y bien entendida de la complicada contabilidad industrial y mercantil de las minas de este género; buscó salidas y mercados para los productos de las minas, y en una palabra, era el alma de la empresa, a la que dio un desarrollo considerable, llegando a obtener pingües rendimientos.
Su buen criterio, su carácter prudente y precavido, la circunspección con que trataba y resolvía todas las cuestiones, le hicieron merecedor del aprecio de cuantos le conocieron y era consultado y tenida en mucho su opinión, fortalecida con su larga práctica, acerca de las cuestiones de la industria carbonera; así fue el que dio las primeras ideas para la organización de la sociedad que ha empezado hace dos años a preparar la explotación de una gran parte de las ricas minas de hulla del Valle de Aller, en Asturias.
Habiendo fijado últimamente su residencia en Madrid, seguro ya de la buena marcha de las minas de Orbó, quiso dedicar su actividad a nuevas empresas y el verano pasado montó en esta capital una excelente máquina para la fabricación de hielo por el sistema de Roaul-Pictet, a cuya industria pensaba dar un gran desarrollo en sus numerosas aplicaciones. Representante de la empresa constructora de aquellas máquinas, ha tenido ocasión de recibir las primeras noticias de los experimentos que aquel célebre físico acaba de hacer para liquidar el oxígeno, y el día 16 de este mes me remitía una nota que verán nuestros lectores en el presente número… El 17, cuando todo le sonreía, posición, felicidad doméstica y la satisfacción de haberse creado una modesta fortuna con los esfuerzos de su trabajo y de su inteligencia, una apoplejía fulminante puso fin a sus días.
A la consecuencia del amigo cariñoso, al afecto del compañero de estudios desde antes de emprender juntos la carrera de minas, sólo puedo ya corresponder derramando una lágrima sobre su tumba y conservando en el fondo de mi corazón un recuerdo eterno a su memoria.

Eugenio Maffei

He aquí los escritos que recordamos del Sr. Gracia Cantalapiedra:

  • Salinas de Minglanilla.- Revista Minera, t. III, 1852, páginas 609 a 617 y 641 a 647.
  • Memoria sobre las minas de carbón de la Compañía Collantes Hermanos, en Barruelo de Santullán, provincia de Palencia.- Madrid, 1855. Reproducida en la Revista Minera, t. VI, 1855.
  • Reglamento de la Caja de Socorros de los empleados y obreros de las minas de la Sociedad General de Crédito Mobiliario Español, en Barruelo de Santullán.- Valladolid, 1861. Reproducido en la Revista Minera, t. XII, 1861
  • Reseña compendiada de las minas de carbón de Orbó, correspondientes a la Sociedad Esperanza de Reinosa y demostrativa de la conveniencia para la misma y para la Sociedad General de Crédito Mobiliario Español, de concertar un arreglo para la extracción de las hullas, por el punto de Barruelo, como el nivel inferior de las labores actuales de la Sociedad Esperanza.- Valladolid, 1864.
  • Fabricación del hielo y máquinas para producirle. Apuntes acerca de esta fabricación por el ingeniero de minas D. Rafael Gracia Cantalapiedra, socio fundador de la Geográfica de Madrid y Comendador de la Real y distinguida Orden de Carlos III.- Madrid, 1877.”

Hace 120 años: Román Oriol publica su obra La industria minera en la provincia de Palencia, una de las que mayor cantidad de información recoge de las minas de Barruelo y Vallejo.

Hace 100 años: continúa en marcha el plan de renovación de las instalaciones en Barruelo, que contempla, entre otros, la perforación de Peñacorba (desde 1907), la ampliación de la central eléctrica, la construcción de nuevas oficinas y talleres… (Estadística Minera).

Hace 95 años: Se produce, entre marzo y mayo, la huelga más grave acaecida hasta entonces en la cuenca minera, protagonizada por los trabajadores de interior, y con una notable participación del recientemente creado sindicato obrero.
La Estadística Minera de 1913 cita como motivo de la huelga “un castigo disciplinario merecido”, habiendo tenido lugar los primeros conflictos a finales del año anterior. En opinión de quien firma el texto, el Ingeniero Jefe de la Provincia, “a la solución de la huelga han contribuido muy principalmente (…) las grandes ventajas de que disfrutan los obreros de las minas de Barruelo (…) pues existen instituciones benéficas, muy favorables a los obreros, establecidas por la Compañía de los Ferrocarriles del Norte de España, dueña de las minas”.
Por el contrario, en El Socialista, se afirma que el castigo no tenía otro objeto que perjudicar al sindicato minero (por entonces, una sección de la Unión Ferroviaria), ya que, tanto el minero que fue castigado como otros que fueron despedidos – como él – durante la huelga eran “todos cargos de la directiva o de la Caja de Socorros”. (Palomares Ibáñez, J. M., El asociacionismo minero en el primer tercio del siglo XX. El Sindicalismo Minero de Barruelo (1900-1936), Institución “Tello Téllez de Meneses”, 1992.)

Hace 90 años: en Vallejo se terminan de construir el hospital de las minas y la vivienda para el médico y el farmacéutico. Se levantó, así mismo, una nueva escuela de niñas, dejando el primitivo edificio de las escuelas sólo para los niños (Estadística Minera).

Hace 80 años: el 22 de abril de 1928, se inauguró la nueva Casa del Pueblo de Barruelo. Había sido construida por los propios obreros, y en ella no solo se prepararon las oficinas, sino también salas "de reunión y recreo", un bar y, en la planta baja, un amplio local destinado a teatro-cine, con capacidad para más de trescientas personas.
(Román Ibáñez, Wifredo, y Blanco Esteban, Oscar, Castillos de ceniza. Historia de los cines en la Montaña Palentina, Cultura y Comunicación, 2002; Cuevas Ruiz, Fernando, Román Ibáñez, Wifredo, y Llorente Herrero, Luis, El pozo Calero. Cultura y Comunicación, 2003).

Hace 67 años: el 21 de abril de 1941 se produjo el que ha sido el accidente más trágico en las minas de Barruelo. Fue en el pozo Calero, y se debió a una fuerte explosión de grisú que afectó a tres niveles (130, 180 y 230) y a dos capas vecinas (la 8 y la 9). De los 41 mineros que lo sufrieron sólo cuatro resultaron ilesos, diecinueve heridos, de los que sólo algunos pudieron salir por su propio pie, y dieciocho fallecidos.
Valga este recuerdo para rendir un pequeño homenaje a todos aquellos que han perdido la vida en las minas de esta cuenca.

Fallecidos:
Amador Vielba
Aureliano Serrano
Bonifacio Labrador
Felipe Fernández
Felipe Vélez
Hermenegildo de la Hera
Isidoro Escanciano
Jesús Montiel
Juan Ramos
Laurencio Valdeón
Marciano Ramos
Máximo de las Heras
Miguel de Blas
Román Álvarez
Santos Pérez
Serafín Roldán
Valentín Martín
Venancio Díez

Heridos:
Alfredo Pérez
Demetrio Abad
Eladio Salvador
Ernesto Balbín
Eugenio Gago
Eutiquiano Cagigal
Félix de la Fuente
Félix Gómez
Heliodoro Aparicio
Honorino Rojo
Honorino Santiago
José Calderón
Juan Caballero
Juan González
Julio Sordo
Luis Medina
Máximo Pedrosa
Olegario Rumasco
Pedro Olea

Ilesos:
Higinio Fernández
Pedro Ortega
Rufino Mediavilla
Santiago Callado

(Colaboración de Blanca Sánchez y Fco-Javier Román)
 
TURISMOBARRUELO.COM - Barruelo de Santullán - contacto - Aviso legal - desarrollo: LUISFER1.COM - Zona Privada