Al escuchar la palabra “Mina” asociamos directamente su significado a oscuridad, trabajo duro, suciedad, miedo… No es de extrañar por tanto, que cada minero tenga un cierto “Amor” por las diferentes herramientas utilizadas en su trabajo diario, a veces, en condiciones penosas y que estas cumplan una serie de “normas” un tanto personales, la pica… el hacho… la pala. “Tienen que ser estas” o “Estar en tales condiciones”.
Pero yo diría que, la que toma especial importancia es “ELLA”… la Lámpara de Mina, compañera inseparable en la vida del minero.
Os invito a que disfrutéis de estos ejemplares que en su día formaron parte directa de este mundo apasionante. También podéis disfrutarlas visitando el Museo Minero.
José-Luis Alonso, Manete (Colección de Lámparas de Mina)
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